Las
violaciones son el principal insumo de los noticieros de televisión y la
páginas rojas de los diarios. Son tan cotidianas que no nos detenemos a pensar
en la alarmante frecuencia con la que ocurren ni en los trámites inhumanos que
tienen que pasar las víctimas en busca de justicia ni lo insólito que resulta
que algún violador termine sentenciado.
Dos
recientes informes, el libro del investigador Jaris Mujica y la investigación
de la Defensoría del Pueblo, rompen con una serie de mitos que los peruanos
tenemos sobre las violaciones. INFOS decidió abordar ambos documentos
periodísticamente y profundizar en algunos casos dolorosamente representativos.
Marca
Perú: el país más violador de América del Sur. En la primera década de este
siglo, se registraron 68 mil 818 denuncias de violación sexual. Es decir,
tantas personas violadas en estos diez años como personas fallecidas durante
los 20 años del azote del terrorismo.
Inocencia
interrumpida. En el Perú, 8 de cada 10 víctimas registradas de violación sexual
son niñas o adolescentes. Pero hay muchos casos que no se denuncian porque el
violador es un familiar, usualmente el que mantiene económicamente el hogar.
En
la cabeza de un violador. En los últimos diez años, en el Perú se han
registrado 68 mil denuncias por violación sexual. ¿Esto quiere decir que
tenemos 70 mil monstruos en el país? Éste es el perfil del violador peruano.
Violaciones
sexuales en las clases altas. ¿A más pobreza más violaciones? ¿Los sectores
privilegiados de Lima tienen una tasa menor de agresiones sexuales? ¿Es una
cuestión de dinero?
Con
estos informes esperamos dar un mejor contexto a las cotidianas noticias de
violaciones.
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