lunes, 16 de junio de 2014

USO DEL CELULAR


La realidad que se vive con el uso del celular



El celular ha dado un giro en cuanto a su funcionamiento. Primero concebido como un medio de comunicación complementario, ahora se ha vuelto más un dispositivo personal, un elemento de socialización. Algo de lo que es difícil desprenderse y algo que se trae consigo a todos lados, para poder ser alcanzado por los conocidos.

Al principio, eran los padres quienes ofrecían un teléfono celular a sus hijos. Era una forma de mantenerse en contacto en cualquier circunstancia y de estar comunicados ante alguna emergencia; facilitaba el localizarlos. Ahora, son los jóvenes e incluso los niños quienes solicitan un celular.

 Andar con un dispositivo en el bolsillo al cual cualquiera te pueda llamar o escribir hace de este mundo globalizado lo que hoy es: una gran interconexión entre las personas.

resulta un impedimento en algunos aspectos para los jóvenes. Ahora es más una distracción durante horas de clase, ya que incluso en estas se escribe continuamente a los amigos o se chequean páginas de internet. Es también como un identificador de estatus social, debido a que según el modelo del teléfono y cuán moderno es se puede reconocer la economía familiar. Interrumpe momentos de importancia o seriedad con su constante timbrar o vibrar. Te vuelve dependiente y te resulta una tentación a distraerte mientras estudias, así como mientras manejas; esto último puede generar un accidente grave. Por otro lado, ahora mientras conversas con una persona cara a cara es común que alguno saque su celular y empiece a escribir, dejando de prestar atención a lo que el otro dice. Así no se ven solo individualmente, es decir afectándose a sí mismo, sino también a la otra persona.

Las relaciones personales a la vez se incrementan y se disminuyen. Porque la comunicación vía celular se facilita pero la comunicación cara a cara se reduce. Habría que pensar si esto, aunque es un avance tecnológico, no es también un retroceso. Pero la realidad es que no nos queda otra que seguir la corriente, ya que ir contra ella nos retrocedería a nosotros mismos.
 
 
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario