La realidad que se vive con el uso del celular
El celular ha dado un giro en cuanto a su
funcionamiento. Primero concebido como un medio de comunicación complementario,
ahora se ha vuelto más un dispositivo personal, un elemento de socialización.
Algo de lo que es difícil desprenderse y algo que se trae consigo a todos
lados, para poder ser alcanzado por los conocidos.
Al principio, eran los padres quienes
ofrecían un teléfono celular a sus hijos. Era una forma de mantenerse en
contacto en cualquier circunstancia y de estar comunicados ante alguna
emergencia; facilitaba el localizarlos. Ahora, son los jóvenes e incluso los
niños quienes solicitan un celular.
Andar
con un dispositivo en el bolsillo al cual cualquiera te pueda llamar o escribir
hace de este mundo globalizado lo que hoy es: una gran interconexión entre las
personas.
resulta un impedimento en algunos aspectos
para los jóvenes. Ahora es más una distracción durante horas de clase, ya que
incluso en estas se escribe continuamente a los amigos o se chequean páginas de
internet. Es también como un identificador de estatus social, debido a que
según el modelo del teléfono y cuán moderno es se puede reconocer la economía
familiar. Interrumpe momentos de importancia o seriedad con su constante
timbrar o vibrar. Te vuelve dependiente y te resulta una tentación a distraerte
mientras estudias, así como mientras manejas; esto último puede generar un
accidente grave. Por otro lado, ahora mientras conversas con una persona cara a
cara es común que alguno saque su celular y empiece a escribir, dejando de
prestar atención a lo que el otro dice. Así no se ven solo individualmente, es
decir afectándose a sí mismo, sino también a la otra persona.
Las relaciones personales a la vez se
incrementan y se disminuyen. Porque la comunicación vía celular se facilita
pero la comunicación cara a cara se reduce. Habría que pensar si esto, aunque
es un avance tecnológico, no es también un retroceso. Pero la realidad es que
no nos queda otra que seguir la corriente, ya que ir contra ella nos
retrocedería a nosotros mismos.
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